martes, 20 de julio de 2010

Un viaje del ort... (no dejo mucho a la imaginación)

Hey!! Ahi va el relato de una epopeya digna de una película (de mal gusto) de Hollywood. Antes que nada, los impresionables no lean, y perdón por la longitud, pero quiero que sufran un poquito lo que yo, quedan advertidos:

Una vez obtenido el pasaje de La Paz a Santa Cruz, y advertido de que el mismo iba a durar unas 15 horitas, decidí abstenerme de las comidas a las que estaba acostumbrándome, ya que alguna que otra noches había sabido ser bastante agitada (en cuanto a las idas y venidas del baño). Desayuné, por lo tanto, un tecito con galles de agua, almorcé unos fideos (sin aceite porque no tenia), y... bueno, me tentó una chola con sus licuados de frutas (¡¡pero solamente salia 3,5 bo una jarra de licuado!!), pero podemos obviar esta parte del relato. Hice todo lo que tenía que hacer antes de salir, y me subí al bondi.

El viaje empezó con el pie izquierdo: El bondi tenía baño (toda una sorpresa), pero estaba cerrado. Teniendo en cuenta los recaudos que había tomado, no me preocupé demasiado. Pasaron Rescatando al Soldado Ryan, en blanco y negro, y se cortó faltando 10 minutos para el final. "Cosas que pasan", pensé. Fue en ese momento cuando comencé a notar que mi panza hacía ruidos extraños... A la hora estaba hecho un bollo en el asiento rogando que al chofer se le de por parar en una estacion de servicio.

Cuando note el obvio detalle de que solamente iban 3 de las 15 horas del viaje, me decidi a increpar al chofer para que pare donde sea, como sea, pero RAPIDO. No bien me paro, noto que el loco esta estacionando en una estación de servicio... ¡¡DIOS EXISTE!! No terminó de abrir la puerta que salté y me puse a buscar el baño... Encontré finalmente el de hombres, pero para mi sorpresa... ¡No había inodoro! Solo una canaleta donde se empezaron a acumular los locos. Sali desesperado a buscar el de mujeres, cuando note una cola de cholas en una puerta... ¡Me sentía Homero en Nueva York! Esperé a que terminen todas de hacer sus cosas (intente pedir permiso pero las miradas eran atemorizantes), y finalmente logré entrar al baño. Me senté, y junto con los ruidos naturales de este tipo de momentos, escuché algo que me inquietó: ¡El bondi arrancando! Me limpié como pude y corrí a frenar el bondi, que se apiadó del loco corriendo en bolas y me abrió la puerta.

Obviamente a la media hora estaba en la misma situación que antes, con el agravante de que no iba a parar de nuevo. Junté coraje y volví a pararme para pedirle al bondilero que pare. No le hizo mucha gracia, pero la alternativa de que me cague ahi nomás no le debe haber agradado mucho. Pude finalmente hacer mis necesidades a la vista de todos los pasajeros ahi al costadito del camino, todo cagado (literal y figurativamente) por la posibilidad de que una vibora me muerda el culo.

Terminada la parte asquerosa del relato, pude finalmente dormir algo... Hasta que me levantó el extraño hecho de que el colectivo había detenido su motor, en el medio de la nada. En eso noto que el chofer se baja, y se me da por mirar para afuera: ¡Había kilómetros de cola de camiones! Resulta que los campesinos de la zona hicieron un piquete (que en boliviano se dice bloqueo) porque les hicieron un camino de mierda que no iba a durar mucho en hacerse mierda. Les voy a ahorrar el temita de la historia de las 12 horas que duramos parados en la ruta, solo les voy a contar que llegamos a las 11 de la noche a Santa Cruz, cuando deberiamos haber llegado a las 8 de la mañana... La verdad es que una vez que hube cagado, la vida la veía color de rosa, y de hecho cuando se me pasó el dolor de cabeza que tenía la pasé bastante bien en nuestro rato en la ruta, ¡si hasta pude ver un capítulo de la versión peruana del chavo del 8 (un tal cholito que también vive en una vecindad, con sus ocurrentes vecinos) en la que aparecía la tigresa del oriente!!!! Imperdible... Pero no podía dejar de contarles la historia, que fue de lo más divertida (con sus pormenores, como ver que la chola que vendía la comida en el medio de la ruta también vendía el papel higiénico, el negocio que se armó a raiz del piquete, que hasta había gente vendiendo helados y comida, y otros que ya les contare).

De mas esta decir que ahora que tengo baños todo a mi alrededor mis intestinos andan funcionando 10 puntos y todo vuelve a tener la consistencia que debería (perdón por la aclaración, pero tal vez alguien estaba preocupado). ¡Un beso para todos!

5 comentarios:

Molus dijo...

No puedo creer que no hayas aprendido nada de Pud, que se la debe haber pasado todo el tiempo que estuvo con vos diciéndote: "Chor, no comas esa porquería!" o que antes de despedirse te debe haber susurrado tenuemente: "No te tragues todos los licuados que hacen las cholas en la calle, que no sabés que tocaron antes de preparlos"...en fin, ya viste las consecuencias...
Pero me alegro que ya estés en terreno firme de nuevo y con muchos baños alrededor.
Besos, y sabes que te quiero mucho.

Dari dijo...

juaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaajuajuajuajuajua

las risas escritas no son muy fieles, pero te juro que realmente me cagué de risa (expresión poco feliz para este caso) leyendo tu post.

Que bueno que ya andes bajando. Acá se te extraña y Desiderata necesita fotógrafo pronto antes de volver a las tablas...

Te queremos!

Pudín Santellán dijo...

te dije que no comieras esas cosas! ahora: cagate! ja!
te quiero igual
besos

Delia dijo...

Crónica de un viaje escatológico, anunciado por la conocida inconducta del viajero, libre para poner en práctica su voluntad, más allá de las consecuencias, que terminarán (¿?) fundidas en la tierra que con cordialmente (¡!) acogió al viajero.
(Pregunta al margen: ¿cuántos kilos dejaste en los "no excusados" de la ruta?)
Un beso enorme y te esperamos

willy dijo...

Que bueno saber que todo vuelve a tener la misma consistencia de antes. :D

Contactame por favor para hablar de una posible colaboración! Willydekid@yahoo.de